lunes, 4 de mayo de 2020

‘Welcome to a bright limbo’






  El cortometraje que habla sobre la soledad del artista.
Aunque el mundo se encuentra totalmente colapsado, y con la situación empeorando cada vez más ante la desolación que genera un virus que ha destruido todas las formas de cultura que existen en la humanidad, cortometrajes como ‘Welcome to a bright limbo’ de la directora irlandesa Cara Holmes, pueden ser uno de los pocos vestigios que recuerde el sentimiento de libertad que se perdió al menos, por un largo tiempo.
Este cortometraje del año 2019 y que fue apreciado como parte del material exclusivo que se exhibió de manera virtual los días 21 y 22 de abril, a raíz de la cancelación del Festival Internacional de Cine de Tribeca 2020, se centra en la historia de Oona Doherty, la ganadora del reality show ‘Hope Hunt’. En esta producción de diez minutos de duración, se puede apreciar la infinita soledad de su danza en medio de las calles de Belfast, donde puentes, vecindarios, gimnasios y otros espacios se convierten junto con su voz en off en los testimonios de una lucha personal por demostrar que el escenario para sus habilidades no es el confinamiento de espacios cerrados, sino la libertad de las calles y escenarios que son testigos silenciosos de todo lo que ella puede dar al mundo, a la vez, que sus diálogos no solo permiten tener un perfil emocional de sus características, sino también conocer sus intentos infructuosos de buscar éxito y reconocimiento en ciudades como Nueva York o Berlín y su regreso a casa como una forma de reencontrar su talento.
De igual manera, mediante música coral y de cámara, se observan espacios íntimos de Oona como su humilde apartamento, lleno de recortes de noticias sobre bailarines exitosos, viajes espaciales y noticias mundiales, que simbolizan sus deseos de convertir la danza en el lenguaje que la haga libre, mientras espacios como la tina donde ella se sumerge para encontrar un espacio de silencio refuerzan que mientras su danza es la expresión que quiere compartir al mundo, su intimidad se hace un secreto a voces para mostrar la batalla que tiene por delante frente a su realidad, la cual reclama por devorar sus deseos artísticos como se ve al principio de la historia, cuando es  arrojada de un vehículo para resaltar que el mundo, que hoy tanto se añora, era tan adverso como la realidad de aislamiento y la soledad del artista  que siempre ha vivido, y será la condena para las personas creativas que cada día tienen menos valor en una sociedad que se cierra a la represión y la dominación.
Así que, este universo de contrastes hace de esta producción una oportunidad de confrontar ese mundo extinto, que aunque se le extraña mucho hoy en día, también era un escenario hostil, que le costaba aceptar otras formas de talento y que solo le deja a la persona creativa y expresiva calles desoladas, miradas atónitas y silencios incomodos para denotar un sentir que cada día se pierde más en la soledad de una comunidad global moribunda y casi lista para su extinción.
Angel Galindo