Como dice
el director de la película Juan Camilo Pinzón, no es fácil hacer reír a la
gente en una película porque para ello se debe partir de una tragedia.
Así este
guión se origina fundamentalmente para evitar la pérdida de una casa de “el
astillero” de Barranquilla, que por derecho le corresponde a cuatro marineros
jubilados que había hecho un pacto 28 años antes para acompañarse y ayudarse en
la vejez. Al morir uno de ellos se perdió el título de propiedad.
Aparece
la hermosa (Zharick León), Martina Ibañez, hija del difunto, para desalojarlos
y vender la casa. Y para cubrir deudas y salvar la vivienda, se les ocurre
participar en un torneo de futbol de mayores y nace así “Los ajenos futbol
club”.
La
comedia, en sus diferentes secuencias, muestra el valor de la amistad,
solidaridad y mutuo apoyo en las necesidades.Sin
embargo la realización y la actuación de los protagonistas deja mucho que
desear, exceptuando el trabajo de Zharick.
La
ambientación es aceptable, la fotografía normal y algo deficiente el maquillaje
de los personajes.
La
crítica que hago no es contra la realización y producción películas para el
público masivo. Es por la falta de calidad en los elementos cinematográficos y
sobretodo en la actuación. Al margen de la película, acepto y disfruto el humor
que es necesario y el chiste bueno que también es un gran entretenimiento. Pero
no las escenas algo vulgares y mediocres que desagradan al público.
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