La antropóloga Talía Osorio, hija del fallecido director Jaime Osorio, le dedicó 10 años a la preparación de este hermoso documental. Su interés fue presentar una obra que mostrara rasgos importantes sobre la cultura y la vida del LLANO COLOMBIANO. Y lo logró.
A medida que se van desarrollando las novedosas imágenes, con excelente fotografía, melodías bucólicas y amplios paisajes de Impactante belleza se demuestra el amor por la naturaleza. Un tranquilo río, donde se divierten los chigüiros, cruza las inmensas estepas y se muestran los abundantes rebaños de ovejas.
Y toda esta riqueza, llena de libertad, está al servicio del hombre llanero que desde pequeño siente la felicidad de usar el tradicional sombrero mientras aprende a domar los briosos caballos. El llanero es autóctono, orgulloso de su tradición y familia. Sabe sobrevivir y disfrutar de la infinita llanura.
Se aprecia la vida familiar, las costumbres y se percibe la cultura llanera propia y auténtica y los personajes reales con su lenguaje y modismos particulares.
Un protagonista importante es el cholo Valderrama, quien por sus canciones y música folclórica obtuvo un premio Grammy, pero su orgullo lo demuestra enunciando los valores propios del llanero, sus costumbre y la destreza de los campesinos para el coleo y para montar a caballo.
Merece la pena difundir este documental que en síntesis presenta la naturaleza como un paraíso con sus auténticos jinetes.
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