De la historia
del nazismo siempre se conocieron los detalles del terrible holocausto judío
que dejó el ejército nazi y de su ideológica antisemita sembrada durante la
Segunda Guerra Mundial por uno de los
mayores dictadores de la historia Adolf Hitler. Sin embargo, poco se conoce
sobre sus ataques contra el arte: una cruzada que resultó en más de seiscientas
mil pinturas saqueadas, cien mil obras perdidas y una búsqueda de muchas
más que continúa setenta años después.
El arte como
instrumento de resistencia siempre se ha convertido en un problema para los
dictadores que buscan controlar cualquier medio de expresión que vaya en contra
de sus ideologías. Es por ello, que el régimen nazi en 1937 inició su guerra
contra esta disciplina, censurando al arte moderno que ellos llamaban “arte
degenerado”, ridiculizándolo en exposiciones que realizaban en Munich, donde
además buscan enaltecer “el arteario puro”.
En ese momento comenzaron los saqueos a los museos europeos, y a las casas de
los coleccionistas judíos.
Esta es la
historia que nos relata el documental Hitler vs Picasso a través de imágenes de
archivo y de reveladores testimonios de los descendientes de estos
coleccionistas judíos que bajo amenaza tuvieron que vender sus obras para salvar sus vidas y las de sus familias. Igualmente,
presenta comentarios de periodistas, historiadores, curadores, coleccionistas,
investigadores, abogados, entre otros.
Sin lugar a dudas esta película cuenta con una gran investigación que nos
permite entender ese lado poco conocido del nazismo.
Por su parte, el
documental dirigido por Claudio Poli nos hace un recorrido por las ciudades
europeas donde ocurrieron estos atentados.
En cada una de ellas, se reconstruyen los hechos a través de los mencionados
testimonios, archivos clasificados y las
últimas obras de arte descubiertas, que ofrecen al espectador un claro contexto
sobre este hecho que marco la historia del arte.
Asimismo, nos
muestra otra faceta del dictador, un Hitler obsesionado por el arte que robaba
obras de maestras de gran valor que ocultaba en gigantescas minas de sal, pero
a su vez planeaba crear un museo en Linz, proyecto solo quedó plasmado en
papel. Pero el Führer no fue el único con estas ambiciones, su amigo y líder
militar de su partido Hermann Goering también mostraba una fuerte atracción por
coleccionar valiosas pinturas a tal punto de mandar a ejecutar a los
propietarios que se negaban a vender o entregar sus colecciones.
Entre las obras
robadas se encontraba la colección de Paul Rosenberg, un importante
coleccionista del siglo XX que tenía en
su poder pinturas de artistas como Picasso y Matisse. Igualmente aparecen las
obras robadas de colecciones estatales holandesas y el Dossier Gurlitt que por
primera vez muestra la colección que Cornelius Gurlitt, el hijo de uno de los
mercaderes que colaboraba con los nazis que durante muchos años escondió en su
residencia este valioso tesoro.
Finalmente,
dentro de este largometraje se resalta la narración, la música, las imágenes
inéditas y la amplia investigación sobre este suceso. En conclusión, es un
documental muy bien elaborado que cumple con su objetivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario