Esta simpática narración basada en
alguna realidad y con muchas secuencias de ficción, producida entre Cuba,
España y Estados Unidos, es la cuarta película del director y guionista cubano
Ernesto Daranas.
El año pasado obtuvo el premio de la
popularidad en el Festival de la Habana (2017) y este año fue premiada en el
Festival de Málaga.
Ambientada en el año 1991 cuando
cuba Entró en una gran crisis económica y se desintegró la antigua URSS. El
director aprovecha la difícil situación
del cubano Sergio, radioaficionado y profesor de marxismo, ahora desorientado,
y Serguéi, el último cosmonauta soviético, que se encuentra casi olvidado en la
averiada estación orbital MIR: Por medio de la estación de radio los dos
extraños y desconocidos personajes, se comunican y logran iniciar una
extraordinaria amistad, intensificando los diálogos en los cambios que tendrán
que afrontar cada uno en su país.
Las imágenes de la narración
simbólicamente muestran la desaparición del antiguo régimen y del sistema. Todo
es una novedosa metáfora.
Uno de los grandes valores de la
obra es el sentido de una amistad que crece entre dos personas de distintas
ideologías y con inquietudes por el oscuro futuro que les espera.
La puesta en escena es sencilla, y
algunos diálogos de la familia de Sergio tienen tintes irónicos y cómicos.
Película costumbrista y agradable con
trasfondo de crítica a los regímenes totalitarios.
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