El documental que muestra el corazón detrás
de su voz
El próximo 6 de septiembre se cumplen doce años de la
muerte a causa de un cáncer de páncreas de Luciano Pavarotti, uno de los más
grandes tenores del siglo XX, además de un incansable luchador por mantener
viva la cultura de la ópera en el mundo, al invitar a cantantes de rock y pop
de gran calidad a interpretar diferentes tipos de canciones, para preservar
este arte del bel canto en la memoria de la audiencia.
Ahora, gracias al espacio de Cine Colombia Alternativo
desde el 16 al 22 de septiembre en salas seleccionadas de Bogotá, Medellín y
Cali, entre otras ciudades del país, las audiencias podrán apreciar ‘Pavarotti’,
el más reciente documental del director ganador del Oscar Ron Howard, que
ofrece un retrato humano, íntimo y bastante detallado de la vida dentro y fuera
de los escenarios de este tenor italiano, abordando desde sus inicios en su
natal Módena, cuando de niño admiraba a su padre, un humilde panadero que
cantaba los fines de semana en el coro de la iglesia local y cuya voz le
inspiraría a seguir el camino de la ópera, hasta llegar al éxito mundial en los
grandes escenarios de la ópera mundial y ser aclamado por las multitudes por
sus conciertos benéficos llamados ‘Pavarotti and Friends’, donde muchas
estrellas de la música internacional serían invitados a cantar al lado del gran
maestro de la lírica musical.
Así que, gracias a fotografías de archivo exclusivas
sobre los momentos cumbres de este maestro en la más alta definición, y tener
la oportunidad de escuchar fragmentos de entrevistas que dió a diversos medios
de comunicación estadounidenses e internacionales, el espectador puede escuchar
de primera mano el testimonio de sus compañeros de gloria artística como Plácido
Domingo y José Carreras, quienes cuentan sus vivencias al lado de Pavarotti en
los conciertos juntos, su compromiso con el arte y su dedicación a mejorar su
estilo para su público. Asimismo, directores de orquesta como Zubin Mehta, revelarán
a las audiencias la manera en que su
talento y gentil personalidad, lo hicieron un icono popular que estremecía y
abarrotaba las salas de música de Londres, Nueva York e incluso Latinoamérica.
Empero, más allá de su talento artístico, el director Ron
Howard, explora el lado humano de Pavarotti, al contrastar su espíritu de
viajero incansable, apoyado con archivos inéditos en video de sus viajes a
Brasil y a China, para mostrar su deseo de llevar al mundo entero la ópera, la
manera como pacientemente escuchaba e interactuaba con futuros cantantes, para
enseñarles así fuera en una clase magistral en la prestigiosa escuela musical
Juilliard de Nueva York, o en la
antesala a una presentación en la Plaza de la Revolución en China, a cómo mejorar
su estilo, con los testimonios de sus esposas Adua Veroni y Nicoletta
Mantovani, que mostrarían una faceta poco conocida por el público como lo es la
de un hombre enamoradizo, apasionado por la belleza y que a pesar de ser un
gran padre, según lo atestiguan frente a las cámaras, se vio enfrascado en dos
relaciones extramatrimoniales, siendo las fotos de un paparazi las que
revelarían su amorío con Nicoletta Mantovani, quien se convertiría en su
segunda esposa, las que le traerían
fuertes criticas en su tierra natal, que lo idealizaba no solo por su talento
sino por su imagen de católico devoto.
De igual manera, este documental detalla los esfuerzos de
este tenor italiano por apoyar a los niños afectados por diferentes conflictos
armados en Bosnia, Guatemala y Kenia entre otros lugares, gracias a su fundación
Pavarotti, la cual construyó escuelas de música y espacios para las artes en
zonas de conflicto, para evitar que los pequeños de esos lugares se
involucraran en las guerras civiles de sus países: financiados mediante los
conciertos de ‘Pavarotti and Friends’, donde en la década de los noventa
invitaba a cantar a grandes figuras del rock y el pop como Sting, James Brown y
Bono, el cantante de U2, con quien compondría ‘Miss Sarajevo’, la canción con
la cual buscó recolectar fondos para apoyar a los niños víctimas de la guerra
en Bosnia.
Asimismo, será el mismo Bono, con quien lograría una
profunda amistad que relata a las audiencias la manera cómo su trabajo
benefició a la niñez en medio de la guerra, lo cual le traería el respeto y la
profunda amistad de figuras como la Princesa Diana de Gales, y la constante
lucha que tuvo con los expertos especializados en la música clásica, al
integrar su estilo lírico con la música rock y pop, para enseñarle al mundo el
poder que el bel canto y la ópera, pueden llegar a las masas con música de gran
factura y melodías que unirían dos mundos tan distantes estéticamente como el
pop, el rock y la ópera.
Por último, mientras el documental termina con una
profunda reflexión del mismo Pavarotti en sus días finales, cuando afirmaba que
su única frustración era no haber sido un mejor esposo y un mejor padre, el
espectador siente el corazón totalmente conmovido y emocionado al haber pasado
casi dos horas de viaje en el universo de un talento, que aún hoy en día mueve
el alma de los amantes de la buena música, y aquellos que como él no ven este
arte como un mero entretenimiento, sino como una oportunidad de cambiar el
mundo y enseñar a otros lo valioso que el arte logrado con profesionalismo y
talento puede dar a la humanidad.
Angel Galindo