Presentada por primera vez en el Globe Theater de Londres
en 1607, esta tragedia clásica escrita por William Shakespeare en el mismo año,
y publicada oficialmente en 1623, ha sido adaptada al teatro y al cine en
cientos de ocasiones, siendo la versión más recordada el clásico de 1963, donde
la famosa diva estadounidense Elizabeth Taylor interpretaba a Cleopatra, y el
galán de la época, Richard Burton, asumía el rol del díscolo, pero osado
general romano Marco Antonio.
Ahora, las audiencias de las principales ciudades del
país tendrán la oportunidad de apreciar bajo el marco del espacio del National
Theater Live, presentado por Cine Colombia Alternativo desde hace cinco años,
la más reciente adaptación de esta pieza infaltable del teatro universal
‘Antonio y Cleopatra’, protagonizada por Ralph Fiennes, dos veces nominado al Oscar,
y la actriz Británica Sophie Okonedo, recordada por su papel en ‘Hotel Ruanda’.
Esta nueva versión, que se podrá apreciar los días 31 de
agosto y 1 de septiembre en 21 salas seleccionadas de las principales ciudades
del país, se grabó en el Royal National Theater de Londres, bajo la dirección
de Simon Goldwin (recordado por su trabajo en la adaptación de la obra de
teatro ‘Man and Superman’, de George Bertrand Shaw), traslada la ambientación
de los antiguos reinos de Roma y Egipto al mundo contemporáneo, manteniendo la
riqueza de los diálogos inmortales de Shakespeare.
Allí, la tragedia de amor y política del temerario
comandante romano Marco Antonio, perdidamente enamorado de la reina Cleopatra, intenta
con ella consolidar un reino independiente del control romano, con un escenario
multiusos que lleva los sentimientos y palabras de Shakespeare a los jardines
idílicos de Cleopatra; a las sombrías salas de juntas militares romanas, donde
radares y equipos de alta tecnología simbolizan la supremacía militar del que
fuese el imperio occidental más poderoso del mundo, pasando por submarinos que
simbolizan las fuerzas navales del general rebelde al segundo triunvirato
Sixtus Pompey, hasta llegar a los campos de batalla donde Marco Antonio perderá
ante la fuerza de Octavio y a un solemne templo egipcio que dará principio y
final a esta tragedia.
Sin embargo, por encima de la fastuosidad técnica, el
gran mérito de esta obra, dividida en dos actos, es la fuerza actoral de Ralph
Fiennes y Sophia Okonedo, que logran transmitir a la audiencia su inolvidable
amor, su gallardía, sus temores e indecisiones a la hora de afrontar a sus
enemigos, así como el inmenso dolor de ser traicionados por sus soldados de
confianza. En diálogos y monólogos de gran factura hacen entender las razones
de la decisión final de acabar con sus vidas, cuando por encima de cualquier
ambición de poder, sentían una inmensa pasión por la vida que finalmente los
consumió hasta llevarlos a enfrentar al poderoso imperio romano y ser
derrotados por sus propios errores de estrategia en los momentos decisivos,
pero que los haría ser recordados como verdaderos amantes comprometidos con el
poder de sus sentimientos.
Asimismo, esta obra trabaja con profunda fuerza los
conflictos políticos e históricos de la época antigua, donde el segundo
triunvirato romano formado por Marco Antonio, el hombre de confianza de Julio
Cesar, Octavio, el primer emperador oficial del imperio y el patricio romano Lepidus,
buscaban negociar la paz con el general Sixtus Pompey y consolidarse como los
hombres más poderosos del mundo antiguo, definiendo a lo largo de esta
producción el universo intimo de cada uno de estos personajes, donde el
espectador puede observar las motivaciones de sus decisiones, la fuerza de sus
sentimientos y la manera como los hilos del poder terminan mostrando los
caminos diferentes que estos hombres tomarían para acercarlos más a la gloria o
a la fatalidad.
Además, el espectador puede disfrutar en el intermedio de
la obra de un corto documental, donde su equipo de producción y su director
ofrecen detalles sobre la elaboración del majestuoso vestuario visto en la
producción, las razones que los motivaron a llevar el montaje de la obra a la
época contemporánea y cómo se logró entablar este diálogo entre lo clásico y lo
moderno, sin romper la fuerza de la pieza original, pero con el encanto de toda
la tecnología teatral existente en el momento.
Por lo tanto, esta nueva interpretación de la tragedia
clásica de Shakespeare logra tender un puente entre los amantes de las obras
clásicas y el público contemporáneo, al integrar un montaje visual sorprendente,
que desafía las limitaciones técnicas mediante un montaje moderno, que lleva al
espectador al corazón mismo de dos héroes trágicos de la antigüedad, reforzando
la pasión de esta pareja de líderes que, con su amor, desafiaron los límites
establecidos para mostrar cómo su pasión se vería revindicada en la eternidad.
Angel Galindo
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