El director francés Luc Besson, presenta su reciente producción
cinematográfica, Anna, la historia de una joven sicaria que busca la manera de
encontrar su libertad y salir de ese mundo violento al que se vio obligada a
entrar.
Después de Nikita (1990), El
perfecto asesino (1994), Lucy (2014), regresa con Anna, una nueva apuesta con más dosis de entretenimiento y
acción. De nuevo Beesson pone como
protagonista una cara femenina, Anna, una asesina que hace parte de un grupo de espías rusos.
Desde el principio la película es
prometedora, pues presenta algunos elementos interesantes como el suspenso,
intriga y un emocionante juego de poder entre Rusia y Los Estados Unidos. Sin embargo, a medida que
la historia trascurre, esta comienza perder fuerza, debido a sus constantes
flashbacks, que rompen con el factor sorpresa, otorgándole al espectador fácilmente las piezas del rompecabezas. Sin
embargo hay que reconocerla buena produccióon de algunas escenas de acción,
acertadas y entretenidas.
Adicional a esto, la película busca mostrar una especie de semejanza con
un juego de ajedrez, en donde cada personaje es una ficha, pero
desafortunadamente, no cumple con el objetivo.
En cuanto a su protagonista, Anna, interpretada por la modelo y actriz
Sasha Luss es un personaje que no genera empatía con el público. En ningún
momento, muestra claramente los sentimientos y deseos que la invaden al querer lograr
salir de este mundo dominado por la violencia y la traición. En pocas palabras,
no revela el mundo interior del personaje.
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