El director alemán Marc Rothemund, quien ha obtenido el
premio Oscar la mejor película extranjera, presenta un hecho de la vida real
que es un ejemplo de superación para todos y especialmente para quienes sufren
alguna discapacidad.
Como lo dice Saliya Kahawatte, en su
autobiografía, el joven que perdió el 95% de su vista cuando tenía 15 años: “Cree
siempre en ti mismo, es lo único que puede hacerte avanzar. Trabaja en tu
actitud y en tu forma de pensar. Siempre de manera positiva, porque cualquier
crisis es una oportunidad para desarrollar tus habilidades y volar…”
Saliya, un estudiante con deficiencia
visual sueña con trabajar en un hotel de lujo. Oculta su discapacidad y logra
obtener un trabajo en Munich. Ayudado por su amigo Max logra superar muchas
adversidades. Finalmente tuvo que confesar su enfermedad al jefe.
Saliya es un ejemplo para aprender a
aceptar los propios límites y saber aceptar la ayuda externa de los amigos y de
su romántica relación con Laura.
El drama, con mezcla de algunos
momentos jocosos, cautiva al espectador desde el principio hasta el final,
mientras transmite valores sobre la vida, el sufrimiento y la amistad.
Las imágenes en varios momentos son
novedosas porque demuestran técnicamente al público la incapacidad visual para
entender mejor la limitación del protagonista. La narración es sencilla con un
guión bien desarrollado.
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