El arte como puente entre dos culturas
Con un aire de
tristeza, llega a su fin un nuevo ciclo de ‘Arte en la Pantalla’, con el
Documental ‘Van Gogh y Japón’, que se exhibirá los días 14, 15 y 16 de junio en
salas exclusivas de Cine Colombia en Bogotá, Medellín y Cali, entre otras
ciudades.
Este
apasionante documental, dirigido por el británico David Bickerstaff, hace un recorrido
por la relación que el pintor Vincent Van Gogh tuvo con los Ukiyo-e,
tradicionales grabados japoneses que se desarrollaron durante la era feudal, y
que no solo influenciaron su forma de pintar la naturaleza europea, sino que generaron
un gran interés por parte de los pintores impresionistas como Monet o Delacroix
por la cultura y costumbres japonesas.
Un documental que
va más allá del recuento de esta relación, y de la exposición que se realizó el
año pasado en el museo Van Gogh en Amsterdam, donde se exhibieron no solo las
obras de Van Gogh influenciadas en el arte Japonés sino también algunos Ukiyo-e que compró el pintor holandés. Luego
este documental se adentra en la historia de Japón desde los tiempos feudales pasando
por la llegada del Comodoro Perry en 1853 a las costas de ese país y su
modernización desde finales del siglo XIX.
A través del
testimonio del profesor de arte y literatura Shigeru Oikawa y de una rica
exhibición de archivos fotográficos e históricos, se puede apreciar cómo surgió
el arte tradicional del grabado en Japón, y cómo fue conocido por los
comerciantes holandeses y luego por los franceses e ingleses, quienes se
enamoraron de la perfección de sus formas, la sencillez de su estilo, pero
también de las costumbres y tradiciones de esa nación hasta el punto de generar
un fenómeno estético y vivencial en Europa que se llamaría ‘Japanismo’.
Entonces, coleccionistas
de arte, artistas, familias pudientes y personalidades de finales del siglo XIX
importarían a Europa lo más selecto de las pinturas, grabados, esculturas e
imágenes referentes a este país asiático y las convertirían en un referente
cultural y social para sus propias vidas, llegando a publicar libros y guías
que ilustrarían a los lectores europeos sobre los enigmas por develar sobre ese
país.
Así, a partir
de la inmensa devoción y el profundo compromiso emocional que Vincent Van Gogh
sentía con esta cultura y el arte de la elaboración de Ukiyo-e, se puede
también conocer mucho más sobre los nipones, apoyados en el testimonio de
historiadores del arte como Cornelia Humburg y la curadora del museo Van Gogh,
Niekke Baker, quienes ilustran a la audiencia sobre los elementos compositivos
y explícitos de la cultura japonesa presentes en obras del citado artista, como
‘Bridge in the rain’ (1887) o ‘Courtesan’, donde Van Gogh replicaría las
técnicas del Ukiyo-e para hacer sus propias versiones, o retratos como
‘Portrait of Pere Tanguy’ (1887), donde integraría figuras europeas con
ilustraciones de Ukiyo-e al fondo.
El complemento
ideal son las lecturas narradas de sus cartas, que permiten comprender aún más
como Vincent logró unir las imágenes de los bosques y praderas del Sur de
Francia con las técnicas pictóricas de los grabados japoneses, en obras como
‘Fishing boats on the Beach’ o ‘Les Alyscamps’ (1888).
Por último,
este documental presenta el testimonio de artistas japoneses como Tatsumi
Oromoto o Tomeko Hamo, quienes explican cómo, desde la llegada a mediados del
siglo XX de las obras de Van Gogh a Japón, pudieron observar su influencia en el
pintor europeo y a la vez el impacto de Vincent en los jóvenes artistas japoneses
desde esa época.
Esta es, ni más
ni menos, una prueba fehaciente de cómo el arte es el puente que une culturas
totalmente diferentes en torno a la contemplación de la naturaleza, las
vivencias de la cotidianidad y la necesidad de representar con profundo
compromiso estético la belleza presente en las tradiciones y paisajes más
recónditos del planeta, haciendo de la pintura el camino del diálogo entre dos
mundos separados por la distancia y la lengua.
A. Galindo
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