No en vano recientemente fue
galardonada en el Festival de Venecia con El León de Oro a la mejor película:
Joker. Dirigida por el norteamericano
Todd Phillips, también productor, guionista y actor de origen judío, quien ha liderado
además Old School, The Hangover, Proyecto X, entre otras.
Un indiscutible acierto haber
elegido a Joaquin Phoenix, quien
interpreta maravillosamente al protagonista de esta controvertida obra.
Muy esperada por el numeroso público y muy polémica cuya versión es sobre el fallido comediante Arthur Fleck, ignorado
por la sociedad en 1981 y que se convierte en un genio del crimen y del caos, en
ciudad Gótica. Basada en el conocido villano de los cómics es un drama fuerte,
psicológico y violento. Su presentación e intervenciones están marcadas por una
risa sarcástica y llena de incógnitas. El Guasón sufre enfrentándose a la
crueldad y al desprecio e indiferencia de una sociedad injusta con crueles
desigualdades. Por una parte mucha miseria y hambre y por otra muchos lujos e
indiferencias. Trabaja como payaso para mantener a su madre, pero su locura lo
lleva a extremos imponderables.
El Joker, (Guasón), se convirtió en
un ser antisocial. Desencantado, solo, marginado, sin ayudas, y violento.
Como cine es una película muy bien
dirigida, visualmente ambientada en una ciudad sucia y pobre; apropiada banda
sonora y muy bien interpretada. Excelentes elementos cinematográficos. Su contenido
es cruel, violento y genera mucha reflexión.
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